En esta ocasión el chiste es de varios
Estaba una mujer con su hijo en el tren y como el hijo era tan feo todos se asustaban y no se sentaban pero había un viejo que se sentó a comer una sandia y la madre del niño pensó:"Que buena persona es ese señor que no se asusta de lo feo que es este niño" y de repente salta el viejecito: "oiga, ese bicho suyo no se comerá las cáscaras de la sandia"
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