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Los esclavos de los romanos

Dos amigos romanos se encuentran. "Hola, Bruto, que tal ?", y todo eso.

Se ponen a hablar del tiempo, de la familia, de politica, de amigos comunes, de los buenos viejos tiempos, de las carreras de cuadrigas, y en cierto momento empiezan a hablar de sus esclavos.

- Pues yo estoy harto de ellos. No me trabajan nada, y mira que les doy de latigazos, sabes, pero no hay forma.

- Que me vas a decir a mi; si casi te cuestan mas de lo que
producen. Mira, entre la mierda de comida que hay que darles para que no se mueran de hambre y los andrajos que tienen que llevar por aquello del que diran...
- Por no hablar del mantenimiento de sus asquerosas chabolas, que hay que ver como apestan, y el agobio que es el que siempre se te esten quejando cuando finalmente cogen la lepra, como si quisieran un medico, sabes lo que digo?

-Oye, y los niños ? Por que yo no se que haran tus esclavos, pero los mios no paran de follar, claro, como no tienen otra cosa que hacer los muy desgraciados, y venga a tener niños.
-Es un rollo, porque las madres pierden el tiempo miserablemente y tienes que mantener a los niños, que
encima no pueden trabajar ; yo intento venderlos a todos, pero estando el mercado como esta...

- Pero hombre, tio, pues capales, no seas tonto !! es lo que yo hago ! Faltaria mas !

- Anda ! claro ! Pues si, mira. Oye, y como lo haces ?

- Pues mira, coges a todos los varones que tengan mas de doce
años y un par de adoquines. Entonces les pones los huevos encima de uno de los adoquines, sobre uno de los cantos, y usas el otro adoquin para machacar con toda tu fuerza.

Al principio puede que no te salga demasiado bien y a lo mejor lo tienes que repetir un par de veces, pero enseguida le cogeras el truquillo.

- Oye, pero eso no duele ?

- Hombre, tienes que tener cuidado para no pillarte los dedos...

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